20 de diciembre de 2018. Un 19 de diciembre de 1913 se estable oficialmente la Guardia Nocturna de la Sexta, cumpliendo 105 años. Este lugar, en donde convergen jóvenes y viejos bomberos, quienes pernoctan para atender las emergencias nocturnas de la capital, es un punto de reunión de vivencias, conocimientos y aprendizaje al servicio de la comunidad.
La tragedia del Incendio de Amunategui con Huérfanos del 15 de noviembre de 1962, que cobra la vida de 6 bomberos, entre ellos 2 sextinos y guardianes el Teniente 3ero Carlos Cáceres Araya y el voluntario Alberto Cumming Godoy, en honor al primero la Guardia Nocturna toma el nombre de «Teniente 3ero Carlos Cáceres Araya».
Su génesis se explica en el siguiente extracto:
“Voluntario Eduardo Alert Dreisse, primer Guardián Nocturno de la Sexta, 1913
El 14 de Noviembre de 1913 llegó a Chile una nueva y muy compleja pieza de material mayor, asignada para la Sexta. Era un carro automóvil marca ADLER de complicada y peligrosa conducción. El cuartelero de la Sexta, don Exequiel López Latorre, quién una vez terminado su contrato como personal rentado, juró inmediatamente como auxiliar de la Sexta, no escondía su preocupación y temor al ver la colosal máquina que debía aprender a conducir. Los peligros que podía traer si unas manos no experimentadas tomaban la conducción de la misma, eran inimaginables. Cuando los temores de don Exequiel, comprensibles y totalmente fundamentados, llegaron a oídos del voluntario don Eduardo Alert Dreisse, quien a su haber contaba con una vasta experiencia y abultado curriculum en el manejo y confección de la mecánica industrial, decidió tomar una extraordinaria iniciativa. Alert, con un sentido casi paternal, decidió hacer guardia en el Cuartel y acompañar en la conducción del carro a todos los incendios al preocupado don Exequiel, hasta que éste tuviese la confianza y destreza necesaria para conducir solo, la pesada y complicada «colosal pieza de hierro».
Exequiel López
La problemática se presentaba de noche pues, la pieza de material mayor debería quedar fuera de servicio al no contar don Exequiel con la maestra compañía del voluntario Alert. Sin imaginar la trascendencia de su iniciativa, Eduardo Alert, para evitar dejar fuera de servicios el carro ADLER, decide mudarse «con cama y petaca» al Cuartel de la Sexta, y de esa manera salir junto al cuartelero a los incendios de noche hasta lograr su confianza en la conducción. Dicha iniciativa, ocurrida un 19 de Diciembre de 1913, fue vista con muy buenos ojos por los oficiales y adoptada por más miembros de la Compañía que comenzaron a dormir en el Cuartel y afrontar, de primera línea, las emergencias a las que debían acudir cuando la luna reinaba en el cielo.
Tiempo después, el estricto Capitán de la Sexta, don Luis L´Houmaud, decide dictar la primera orden del día de la Guardia Nocturna, en la que se puede leer que llama a la estricta disciplina y orden que debe reinar en los voluntarios que decidan integrar dicho servicio nocturno, como del mismo modo reiterar la absoluta prohibición del consumo de bebidas alcohólicas de sus integrantes.”