Marco Fuentes Ortega "GOPITO"

GOPITO En una ronda de conversaciones de guardianes nocturnos de 1992, en dónde hacíamos alarde de los cursos bomberiles con que contaba cada uno; al parecer, nuestro compañero, recientemente ingresado a las filas de la Sexta, don Marco Antonio Fuentes Ortega, se había sentido un poco disminuido al escuchar tan “amplio” currículum de sus “sobredimensionados” y nuevos compañeros de Guardia. Marco Fuentes, quién tenía la linda experiencia de haber pertenecido al Cuerpo de Bomberos de Conchalí en sus primeros años de juventud, decidió, en una desafortunada intervención, agregar que cuando era voluntario de dicho Cuerpo, había participado en un curso dictado por el grupo GOPE de Carabineros de Chile. Como Marco no superaba el metro sesenta de estatura, y además tenía una voz un tanto aguda; el grupo de pesados voluntarios, tuvo la “acertada” ocurrencia de bautizar a Marco con el apodo de “Gopito”, en atención al importante curso efectuado en la mencionada y prestigiosa institución policial.

Gopito, quién tenía un curioso parecido físico al cantante Frank Sinatra, y así se lo hacía ver siempre, se desempeñaba como contador general en una importante firma. Muy formal siempre, daba cátedra en cuanto a la elegancia en el vestir. Siempre de corbata y traje, gustaba de participar de todas las actividades de la Compañía y estar al tanto de todo cuanto ocurriera. Gustaba además, de llegar por las noches al casino y ordenar una extraña combinación: Un completo con un vaso de whisky con hielo. Marco, siempre fiel y responsable en sus horarios laborales, tenía en su pieza de Guardia, un ruidoso reloj despertador que cumplía su propósito todas las mañanas hasta en domingo. El fuerte carácter y pésimo genio de Marco, hacían que el reloj volara con frecuencia por la pieza cuando Marco no estaba de ánimos para levantarse.

Marco se preocupó de todos los detalles al momento de comprar su primer uniforme de parada. La Sexta tendría en breve una formación y quería lucir con todas la de la ley ese día. Un perfecto pantalón negro de corte militar y una casaca con el azul más oscuro que se pudiera encontrar. No obstante, nadie le había comentado a Marco que la Sexta utilizaba en su uniforme de parada charreteras cromadas y no en bronce, situación que no fue advertida por Marco sino hasta que se formó junto al resto de la Compañía esa mañana. La situación causó mucha risa en los presentes, lo que indignó a mi amigo Frank Sinatra-Gopito, castigándonos con su silencio por mucho tiempo.

 Una noche, fuimos despachados con nuestro carro Tenderini y además el de especialidades, a un gran incendio en calle Copiapó con San Diego. Fueron muchos los locales que ahí se quemaban y las compañías de agua, literalmente volaban para ubicar un buen grifo y comenzar a armar sus pitones en el incendio que se pronosticaba duraría toda la noche. Con Marco Fuentes, Andrés González y Roberto “Ratón” Pérez, subimos a un techo de calle Copiapó y comenzamos a destechar aún cuando la Primera “Mapocho” no armaba sus primeros pitones. La imprudencia y la juventud, nos impidió esperar a los primerinos que estaban próximos a apoyarnos en el techo con el preciado líquido. Al sacar una plancha de zinc, una gran llamarada subió quedando en ella Pérez y Marco Fuentes. Mi primera impresión era que se habían quemado por completo; no obstante, y seguramente gracias a una intervención divina, nada de eso ocurrió. A nuestras espaldas se encontraba ya un pitón de la Primera que atento, dirigió al instante su perfecto chorro, salvándolos de una desgracia, no así del gran reto que todos nos llevamos por nuestra imprudencia.

Gopito, quién se mudó a mi pieza (Pieza Uno) y cama (cama Tres) cuando tome la decisión de dejar la Guardia, se veía muy contento con su nuevo closet y atril en donde dejar su pequeño uniforme de trabajo. En esa pieza, concluimos con el tiempo, dormíamos los voluntarios más idiotas, inadaptados y de peor genio que han pasado por la Sexta.

Un 23 de Mayo de 1998, luego de un incendio en el Canal de Televisión Mega, Marco, conduciendo su motocicleta, sufrió un grave accidente en las esquinas de Alameda frente a calle San Martin. Los esfuerzos desplegados por salvar su vida fueron inútiles. Falleció a las pocas horas causando mucho pesar, angustia y una terrible sensación de ausencia a quienes tuvimos la fortuna de conocer a esta maravillosa persona. Curiosamente, Frank Sinatra, el cantante con quién Marco tenía un fuerte parecido, había muerto hacía pocos días.

 

A.P.S. / sity.