19 de Diciembre de 1913
Si intentáramos definir que es la Guardia Nocturna, en justicia, debemos decir que es la escuela del bombero. La permanencia en ella, casi siempre en la hermosa etapa de la juventud, forma al voluntario en el trabajo en los incendios (y otros actos), en afrontar situaciones de peligro junto a la desgracia, y al mismo tiempo, trabajar con fuerza y rapidez. Enseña además a convivir con los demás compañeros, disciplinarse, pero por sobre todo nos enseña a amar la Institución a la que pertenecemos, en esas largar noches de servicio. En breves palabras, y de manera muy simple, así podríamos definir el concepto de Guardia Nocturna.
Voluntario Eduardo Alert Dreisse, primer Guardián Nocturno de la Sexta, 1913.
El 14 de Noviembre de 1913 llegó a Chile una nueva y muy compleja pieza de material mayor, asignada para la Sexta. Era un carro automóvil marca ADLER de complicada y peligrosa conducción. El cuartelero de la Sexta, don Exequiel López Latorre, quién una vez terminado su contrato como personal rentado, juró inmediatamente como auxiliar de la Sexta, no escondía su preocupación y temor al ver la colosal máquina que debía aprender a conducir. Los peligros que podía traer si unas manos no experimentadas tomaban la conducción de la misma, eran inimaginables. Cuando los temores de don Exequiel, comprensibles y totalmente fundamentados, llegaron a oídos del voluntario don Eduardo Alert Dreisse, quién a su haber contaba con una vasta experiencia y abultado curriculum en el manejo y confección de la mecánica industrial, decidió tomar una extraordinaria iniciativa. Alert, con un sentido casi paternal, decidió hacer guardia en el Cuartel y acompañar en la conducción del carro a todos los incendios al preocupado don Exequiel, hasta que éste tuviese la confianza y destreza necesaria para conducir solo, la pesada y complicada «colosal pieza de hierro».
Fotografía del Cuartelero don Exequiel López, vistiendo su casaca de Auxiliar de la Sexta.
La problemática se presentaba de noche pues, la pieza de material mayor debería quedar fuera de servicio al no contar don Exequiel con la maestra compañía del voluntario Alert. Sin imaginar la trascendencia de su iniciativa, Eduardo Alert, para evitar dejar fuera de servicios el carro ADLER, decide mudarse «con cama y petaca» al Cuartel de la Sexta, y de esa manera salir junto al cuartelero a los incendios de noche hasta lograr su confianza en la conducción. Dicha iniciativa, ocurrida un 19 de Diciembre de 1913, fue vista con muy buenos ojos por los oficiales y adoptada por más miembros de la Compañía que comenzaron a dormir en el Cuartel y afrontar, de primera línea, las emergencias a las que debían acudir cuando la luna reinaba en el cielo.
Fotografía de el Capitán de la Sexta, don Luis L´oumaurd, primero en dictar la orden del Día normando el servicio de la Guardia Nocturna.
Tiempo después, el estricto Capitán de la Sexta, don Luis L´oumaurd, decide dictar la primera orden del día de la Guardia Nocturna, en la que se puede leer que llama a la estricta disciplina y orden que debe reinar en los voluntarios que decidan integrar dicho servicio nocturno, como del mismo modo reiterar la absoluta prohibición del consumo de bebidas alcohólicas de sus integrantes.
Muchos años después, y ya ocurrida la tragedia del incendio de calle Amunátegui en 1962, la Sexta, toma el acuerdo permanente de llamar a la Guardia Nocturna con el nombre de su jefe y Teniente Tercero don Carlos Cáceres Araya, quién al igual que su compañero Alberto Cumming Godoy, salió desde esta Guardia al incendio para nunca más regresar.
Himno de la Guardia
Música: Base Hímno de la Armada de Chile, Brazas a Ceñir
Letra: Guardián sextino, don Luis Mario Candia
Dispuestos a dormir la guardia,
Velan sobre la ciudad,
El mono quedo,
Listo pa`la acción,
Cuando llegue la ocasión.
Guardianes de propiedad
Los timbres sonaron ya
Todos corremos al carro
Y al Tenderini ¡vamos a emular!
La sangre del inmortal,
Nos lleva a levanta;
Escala hachas y ganchos,
Somos primeros ¡que los demás!
Si durante la batalla,
Un nuestro cae en acción,
Las madres serán,
Las que elevarán,
Hacía el cielo una oración.
Guardianes de propiedad
La gloria nos cubrirá
Fueron bomberos sextinos
De salvamento de la ciudad.
A.P.S. / esa