Nuevamente, como la tradición así lo demanda, el Cuerpo de Bomberos de Santiago se congregó el pasado 20 de Diciembre en el monumento al Bombero, a un costado del Museo de Bellas Artes, para rendir honores a nuestros fundadores y a todos los ciudadanos que han forjado esta noble Institución Republicana. Así, los cientos de Voluntarios que con sus históricos uniformes de parada, luego de depositar una ofrenda floral en dicho monumento, y encabezados por el Sr. Superintendente, Don Cristián Pérez B. y el Directorio, enfilaron en hermosa formación por las calles de Santiago hasta el histórico Teatro Municipal, en donde se realizaría la tradicional entrega de premios de Constancia por años de Servicios.
El paso por las calles de nuestro viejo Santiago no fue en silencio, y no sólo por el sonido marcial de la Banda de Carabineros que nos antecedía, sino que por el aplauso espontáneo de nuestra agradecida comunidad, vitores que en la Plaza de Armas y en calle Estado aumentaron estruendosamente. A nuestro andar hombres y mujeres nos saludaban, muchos niños, como la mayoría de nosotros cuando veíamos a esta misma Institución pasar con el pecho en alto, orgullosos de ser dueños de una tradición única, al igual que todos los bomberos de Chile, seguramente estaban impresionados de ver a estos Héroes de carne y hueso, servidores públicos reales, estar felices por celebrar su 145 aniversario.
Nuestra Sexta formó en total con 70 Voluntarios, formación que una vez riendidos los honores correspondientes a nuestras autoridades bomberiles, civiles y militares, depositó una ofrenda floral al busto de Germán Tenderini, ubicado por la calle del mismo nombre a un costado del Teatro Municipal.
Una vez en el interior del Teatro, en donde se realizaría la tradicional premiación de los Voluntarios por cada quinquenio de años de servicios, nuestro Secretario General, Don Félix Sarno Mondaca, hizo uso de la palabra. Y que discurso más apropiado, que discurso más lleno de historia, sentimiento que por cierto no fue precisamente de regocijo, sino más bien de tristeza porque ante la ausencia de la autoridad comunal (tradición más que centenaria rota) se refleja el poco interés de una sociedad por una Institución que lo da todo sin esperar nada a cambio. Les entregamos a continuación el extracto de dicho discurso que aparece en el sitio web del Cuerpo:
“Qué difícil resulta poder relatar una historia que se comenzó a escribir hace 145 años atrás, más complejo aun es poder seleccionar los mejores capítulos de nuestra historia. Qué difícil tarea para la Secretaría General, pero mientras comenzaba a ordenar las ideas y revisaba las páginas escritas por quienes me antecedieron en el cargo, leer lo vivido por el Cuerpo y la ciudad al conmemorar los primeros 50 ó 75 años de vida institucional, descubrir el brillo y las multitudinarias ceremonias del primer siglo de vida, por un momento al cerrar los ojos pude ver en aquellos relatos celebraciones y festejos abarrotadas de público pude ver los Presidentes de la época con todos sus ministros que nos acompañaban inclusos en nuestros desfiles, pude ver las viejas calles de la capital, en las cuales los vecinos daban vítores al paso de las compañías mientras la campana del Cuartel General, nuestra Paila, con su ronco tañer llamaba la atención de toda la ciudad. Pero luego al abrir los ojos, me pregunté que ha pasado en estos años, qué hemos hecho o qué hemos dejado de hacer para no tener el mismo brillo de antaño; qué ha pasado con el cariño de la gente que hoy cuesta sentirlo; por qué nuestras autoridades nacionales o locales están más distante si hoy justamente es el llamado siglo de las comunicaciones; qué nos esta pasando. Y la respuesta, tal vez cada uno de ustedes es estos momentos comience a darla en sus mentes; para mí, luego de revisar la historia una y otra vez, llegué a la conclusión que nosotros no hemos cambiado, muy por el contrario, nuestra esencia aquella raza creada en 1863 bajo el nombre de Cuerpo de Bomberos de Santiago está afortunadamente igual, lo que sí ha cambiado es nuestra sociedad. Es el ruido de una ciudad avasalladora la que no deja escuchar nuestra Paila.”
Al finalizar sus palabras, sólo un enorme y estruendoso aplauso despertó las antiguas instalaciones de nuestro Teatro Municipal.
Posteriormente, se procedió a la entrega de Premios de Constancia por años de servicios, desde los 20 hasta los 80 años, siendo este último lleno de sentimiento, ya que el Voluntario más antiguo de Chile, Don Kurt Posselius G., de la Duodécima Compañía, se levantó de su silla de ruedas para decirle a la gente que no importa la edad que uno tenga, mientras ser bombero se lleva en el alma, nada podrá jamás apagar esa llama interior que nos lleva a lucir con orgullo el uniforme que representa nuestra obligación autoimpuesta de ayudar. Ese mismo ejemplo nos dieron nuestros dos nuevos premios de 50 galardonados, Don Alejandro Manzur M. y Don Mario Candia H., quienes merecían recibir el Premio Municipal de manos del Sr. Alcalde ausente, tras una vida entera de real servicio público a la comunidad.
Se continuó con la entrega del Premio de Estímulo «José Miguel Besoaín» a las mejores gestiones administrativas del período 2007, correspondiendo a la Decimoctava Compañía el Primer lugar, secundada por la Cuarta y Séptima Compañías respectivamente.
El premio por la Competencia «José Miguel Besoaín» también fue entregado: En Escalas, se le entregó a la Sexta el galardón por el Primer lugar y a la Octava por el Segundo. En Agua, se premio el triunfo de la Décima Compañía, seguida por la Cuarta, Terera y Decimocuarta.
Así finalizó una nueva jornada histórica del Cuerpo de Bomberos de Santiago, jornada de la que se hablará por años y que ha quedado registrada en detalle en nuestros Libros de Guardia, aquellos mudos testigos imborrables de una relación grata infinita entre el Cuerpo y la Sociedad de Santiago, que en esta ocasión fue empañada por la ausencia de la máxima autoridad comunal.
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