Lunes, 3 de noviembre de 1913

2 de noviembre de 2011

INCENDIO. A las 4:45 a.m. en la calle Nataniel esquina S. Oeste de Franklin. No habiendo salvamento la Compañía aisló el fuego en todo el lado sur, y recibió orden de retirarse a las 6 am.

En este acto del servicio, mientras se dirigía al sitio amagado, encontró gloriosa muerte el auxiliar de nuestra Compañía don José Gabriel Rojas Miranda.

Esta nueva víctima del altruismo brilla desde ahora en la pléyade inmortal de los mártires, con tanta más intensidad cuanto más modesto fue en origen y más evidente la estrechez de sus recursos pecuniarios.

José Gabriel Rojas es, además, el primer individuo de los abnegados auxiliares del Cuerpo de Bomberos que rinde la vida en cumplimiento del deber que impone el carácter de bombero. Para nosotros todos, los miembros de la Sesta, sin excepción, el nombre de José Gabriel Rojas será enseñanza en el cumplimiento de nuestras obligaciones; y para la Compañía, emblema de gloria, que iluminará más aún la hoja de los servicios que ella ha prestado a la ciudad, en la esfera de su acción.



A las 09 p.m. reunión de Compañía. Asistieron: Claro, Yunge, Hudson, Rödigen, John, Echegoyen, Gormaz, Cienfuegos, Zegers, Luna, Gómez, Bascuñán, Luco, Zamudio Daniel, Moreira, Amunátegui, Oyarzún, Enrique Schultze, Castillo, Doren, Mansfeld, Zhoumaud, Slert, Cea y numerosos auxiliares.

Luís E. Zhoumaud

Teniente I

Extracto de Libro de Novedades 6° Compañía año 1913

 

 

 

El duelo del Cuerpo de Bomberos

 

“Los funerales del auxiliar señor Rojas. Solemnidad que ellos revisten. En el Cementerio. Los discursos. Otras informaciones.

La ciudad de Santiago ha podido presenciar ayer el homenaje que el Cuerpo de Bomberos tributó a la memoria del auxiliar de la 6ª Compañía don José Gabriel Rojas, fallecido trágicamente en la madrugada del día 3 del presente.

Desde las 4 de la tarde un numeroso público comenzó a llegar a las inmediaciones del Cuartel General, en donde se encontraba ya la carroza que contenía la urna mortuoria.

En la Plaza de Armas, el público que esperaba el paso del cortejo era también numerosísimo.

En cumplimiento a lo dispuesto por la orden del día  del Cuerpo de Bomberos, a las 5 de la tarde se encontraban listas alrededor de la Plaza de Armas las doce compañías de Bomberos, con sus respectivos estandartes y material enlutados. Encontrándose también estacionados en el mismo paseo las bandas de los regimientos Cazadores, Buin y Orfeón de la Policía.

A la hora ya anunciada la campana del Cuartel General dio el aviso a la ciudad de Santiago que se daba comienzo a la ceremonia fúnebre de este otro mártir del deber.

Acto continuo los estandartes de las diversas compañías se dirigieron al Cuartel General, a fin de cubrir guardia a la carroza fúnebre.

Efectuado este acto, un pelotón de auxiliares y voluntarios de la 6ª Compañía tomaron los cordones de la carroza, que se puso en movimiento, por la calle del Puente, en dirección a la Plaza de Armas.

Dado el anuncio por la campana, las compañías estacionadas en la Plaza de Armas se organizaron en desfile, abriendo en marcha el Regimiento de Buin.

Inmediatamente siguió el Directorio General, en cuyas filas formó como antiguo bombero el Primer Alcalde de Santiago, don Ismael Valdés Vergara.

Siguieron al Directorio los 1° y 2° Comandantes, don Santiago García Huidobro y don Luís Kappes.

En seguida el desfile tomo el siguiente orden:

 

I. Representación del Cuerpo de Bomberos de Rengo.

II. 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª y 7ª compañías de Bomberos de Santiago.

III. Banda del Regimiento Cazadores.

IV. 2° Comandante del Cuerpo, señor Amion.

V. 8ª, 9ª, 10ª, 11ª y 12ª compañías.

VI. Compañía doliente.

VII. Junta de Oficiales de la 6ª Compañía doliente.

VIII. Delegación del Regimiento Buin, conduciendo coronas.

IX. Orfeón de la Policía.

X. Carroza mortuoria.

XI. Escaleras de la 6ª Compañía, totalmente enlutadas.

 

La romería recorrió las calles de 21 de Mayo y Avenida La Paz, hasta el Cementerio General.”

 

Extracto del periódico “La Mañana” de su publicación del día 5 de noviembre de 1913, donde relata extensamente el duelo vivido por nuestra Compañía en los funerales de José Gabriel Rojas, páginas originales que se encuentran en el Libro de Guardia de la época y que han sido conservadas íntegramente desde hace ya 98 años…

 

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