En Sesión Extraordinaria de Directorio, el día martes 3 de julio, se les otorgó la calidad de Mártires de la Institución a cuatro bomberos, que por lesiones sufridas en Actos del Servicio se hicieron merecedores de un lugar privilegiado en el recuerdo imperecedero del Cuerpo de Bomberos de Santiago.
Rafael Urrutia Bunster, 5° Compañía.
El 9 de Junio de 1979 en el incendio de una fábrica de muebles de cocina, ubicada en las calles Pedro Lagos con San Ignacio. Cayó desde una altura de seis metros, de espalda sobre una estructura de una “Cierra Huincha”, derivando en una lesión a la columna irrecuperable, falleció el 6 de Diciembre de 2010.
Enrique Folch Herrera, 12° Compañía.
El 10 de Enero de 1984 se declaraba la Alarma de Incendio en las calles Yales y Las Torres, comuna de Pudahuel.
Placa rompefilas en mano y mientras esperaba el transporte del Cuerpo, para acudir a la emergencia, cayó fulminado por un infarto masivo en las esquinas de Las Rejas y la Alameda, falleciendo en el acto.
Marcos Canepa Ekdahl, 1°
Sufrió una caída en un ejercicio de su compañía, sufriendo una severa contusión occipital, el domingo 13 de Agosto de 1989.
Sus heridas derivaron en una lesión neurológica que lo llevarían a encontrar la muerte el 27 de Junio de 2001.
Víctor Cato Velasco, 3° Compañía.
El día 17 de Marzo de 1887 en el Incendio acaecido en la calle San Miguel, número 11 (Fontecilla y Av. Libertador Bernardo O´Higgins) producto del estrepitoso derrumbe de un tabique, quedan bajo los escombros tres Voluntarios: Víctor Cato, Rafael Ramírez y Luis Johnson. Estos dos últimos fallecerían durante la madrugada del día 19.
Debido al deterioro sostenido de su constitución física luego de tan lamentable acontecimiento, fallece el 1 de Septiembre de 1896.