Nuevo Miembro Honorario de la Institución: Rolando Penrú Tobar

26 de septiembre de 2024

Un merecido reconocimiento recibió nuestro voluntario honorario Rolando Penrú Tobar en la sesión de Directorio celebrada el pasado lunes 23 de septiembre, en donde le fue otorgada su calidad de Miembro Honorario de la Institución, luego de cumplir más de 50 años de servicios en el Cuerpo de Bomberos de Santiago.

Rolando José Penrú Tobar, nació en Santiago el día 6 de Abril del año 1952. Sus padres, don Manuel Penrú Albornoz y doña Elba González Padilla, supieron inculcar en su hijo variados y hermosos principios que a la postre le permitirían ser altamente sensible al llamado de auxilio y la desgracia ajena. Lo anterior, en tantos pasajes de su vida, se demuestra claramente y sin temor a errar cuando, siendo aún un joven quinceañero, y sin algún vínculo bomberil, acudió presuroso para ayudar a un incendio que se desarrollaba en calle Las Violetas y los Alerces. Los llamados de auxilio del dueño del pequeño negocio ubicado en la comuna de Maipú, tuvieron respuesta inmediata en el joven Rolando. De esta forma, el recordado evento, tuvo especial importancia en el desarrollo de su vida, sembrando en él, ese mismo instante, un perpetuo compromiso con el deseo de formar en las filas de la institución bomberil, alcanzada de una vez la edad reglamentaria.

En 1968, y con apenas 16 años, el joven Rolando se incorporó a la Brigada Juvenil de la Cuarta Compañía de Bomberos de Maipú, misma que lo acepta como voluntario. Ingresa a la Cuarta Compañía un 6 de julio de 1969 y ocupó los cargos de Ayudante, Teniente 2°, Teniente 1° y Capitán. Renuncia a dicha unidad el 5 de junio de 1973.

Posteriormente, y siguiendo el buen ejemplo de los voluntarios Guevara Trombert, Corvalán y Hormazábal, el 12 de julio de 1973 presta su promesa de servicio en la Sexta Compañía de Bomberos de Santiago. Es aquí en donde el ya maduro Rolando, se impregna de la mística sextina y abraza con fuerzas toda la tradición de la Compañía fundadora de Guardia Propiedad, distinguiendo desde sus inicios como voluntario, como el más firme receptor de las enseñanzas de los más viejos de la Sexta.

De su hoja de vida se puede desprender su entusiasmo y sagrado compromiso para con la Compañía. Integra la Guardia Nocturna y también varios equipos de la tradicional Competencia “José Miguel Besoaín”. Ocupó los cargos de Ayudante 2°, Teniente 2°, Teniente 1° y Consejero de Disciplina.  Se hizo acreedor de los premios de Asistencia “Mariano Droguett” y “Cesar Ercilla Olea”. De igual forma, aunque en carácter de interino, viste el brazalete de capitán en su brazo, dirigiendo la Compañía en el servicio en innumerables actos. Su dedicación y compromiso no decaen aun cuando cae de un segundo piso en el desarrollo de un incendio, sufriendo algunas lesiones que para él nunca han sido de importancia.

Una de las tragedias que marco a fuego a Don Rolando Penrú Tobar fue durante el desarrollo del Incendio de Catedral y Maipú, donde el Capitán de la época Don Carlos Corvalán Pérez, junto a otros voluntarios, recibieron el fuerte impacto de una cornisa, la que hirió de muerte al Voluntario de la “Pompa Italia” Don Claudio Cattoni. En el siniestro, Rolando Penrú Tobar era Teniente 1° y, como corresponde a un oficial de mando, inmediatamente, conocida la noticia de las lesiones de nuestro Capitán, el Teniente Penrú asumió el mando dirigiendo la Compañía y controlando la situación. No permitió, ni por un instante, alguna expresión de sentimiento o temor en los voluntarios que estaban bajo su mando, ante los terribles sucesos que abrazaban en ese instante a las Compañías asistentes al incendio. Infundiendo seguridad en el personal de la Sexta, confianza en el trabajo realizado y entusiasmo aún, cuando otro nuestro, a varios minutos de caída la cornisa, recibía un golpe eléctrico que a la postre debió ser trasladado grave al servicio de urgencia. El Teniente Penrú recogió el caído bastón de mando, y supo dirigir la Compañía hasta el final del incendio, sin reflejar en su rostro, pese a lo abatido y afectado que él pudiera estar, ninguna emotividad, aún por la desgracia que nos afectaba en esos terribles momentos.

Rolando, es también alma y centro vivo de la camaradería sextina en múltiples eventos de distención. Admirador e imitador indiscutido del desaparecido cantante argentino Sandro; Rolando, patenta y con ello hace suyo el clásico “cochero”; broma cariñosa y siempre bien aceptada por el voluntario más nuevo, como forma de iniciación en la primera cena del día seis al que asista. Emulando de esta manera la tradición de la Sexta en la que el canto y vítores de batalla, son parte fundamental y esencial en las nuevas generaciones de los hombres de la Compañía de Salvamento.

Con el pasar de los años, Rolando Penrú también prestó servicios como voluntario en la Decimosexta Compañía de Bomberos de Santiago, la hermana “Bomba Chile”, Compañía en la que desempeñó los cargos de Ayudante 2°, Teniente 2°, Teniente 1°, Capitán y Director. Precisamente en su periodo como oficial, esa compañía gana el Premio de Estímulo por gestión administrativa de la Institución. El paso de Don Rolando estuvo lleno de grandes momentos, dejando un imborrable legado por su indiscutible y magna experiencia bomberil y de vida, enseñando a los más jóvenes y consagrando sin duda el crecimiento de dicha unidad del Cuerpo de Bomberos de Santiago.

Vaya para nuestro nuevo Miembro Honorario nuestro más cariñoso y respetuoso reconocimiento, el que no pretende más que sintetizar en pocas palabras toda una vida de enseñanza y servicio que Rolando Penrú Tobar ha entregado a la causa bomberil, formando bomberos en la disciplina y rigidez del mando, enseñando la diferencia entre estar comprometido e involucrado con la bomba, y brindándonos también gratos momentos en la vida de cuartel que tanto valora la Sexta Compañía.