Se decía que cuando Sergio Rojas se ponía a dibujar, parecía como si se transportara a otro lugar, quizás a otra dimensión, o tal vez se iba a otra época para estar más tranquilo y alejarse del turbulento mundo al cuál vino a nacer. Su concentración era tal, que nada lo distraía de aquel pasatiempo que desarrolló al máximo y en plenitud a lo largo de su breve vida. Sus condiciones para el dibujo, naturales, puras, perfectas y casi mágicas, lo convertían en un hombre muy especial pues, tras ese duro, imponente y aguerrido voluntario de techo, se escondía un niño que tímidamente tomaba un lápiz y casi en secreto se ponía a dibujar.
Sergio Rojas Corvera ingresó a la Sexta un 3 de Enero de 1947. Inmediatamente destacó por su carisma y cordial trato con sus compañeros de bomba. Sin embargo, cuando caían los timbres, se podría decir que el carácter de Rojas se adaptaba a las exigencias del servicio, pero llevadas a «mil», adoptando una actitud de absoluto apego a la disciplina y reglamento, cualidad que en breve tiempo fue observada por sus pares, llamándolo a ocupar cargos de mando y desarrollar esa capacidad de liderazgo innata en él, que parecía traía desde su cuna. Casi como un mero trámite, desempeñó los cargos de Ayudante, Teniente Tercero y Segundo, para en 1955, prender en su brazo el cinto de Capitán de la Sexta por muchos años y en diferentes períodos; cargo que desempeñó con especial dedicación y excelencia, sirviendo de ejemplo para los jóvenes voluntarios de la Sexta y constante inspiración para aquellos que han desempeñado igual cargo en el transcurso de los años.
Rojas nació y creció en Santiago, en una generación cuya única distracción además de la radio, era la lectura y por supuesto las historietas. En esa hermosa etapa de la vida, sin duda, Rojas se debió sentir muy atraído por revistas como «Flash Gordon», «Jim de la Selva» y el «Agente Secreto X-9», todos estos comics, llevados al papel magistralmente por el dibujante estadounidense Alex Raymond, del cual Rojas tenía un curioso parecido no solo en el talento, sino además en su físico. Del mismo modo, y en igual época, las maravillosas ilustraciones del chileno Mario Silva Ossa, más conocido como «Coré» en la revista «El Peneca» y «Quintín el Aventurero» sirvieron de inspiración al niño Rojas, para desarrollar ese talento de reflejar su visión del mundo en una simple hoja de papel.
Fotografía: Sergio Rojas pensativo y retraído. Buscando un mundo diferente con sus dibujos.
El talento del joven Rojas no solo lo expresa en sus caricaturas de historietas con el lápiz de carbón, o sus paisajes en el siempre exigente óleo. También fue capaz de plasmar en la tela el retrato exacto del capitán de la Sexta don Luis L´houmaud para ser colocado en el salón de sesiones. Al retratar a ésta leyenda de los incendios, logró obtener el gesto y mirada perfecta que tenía el capitán. Se dice que el retrato es tan perfecto, que se puede saber que pensaba el capitán L´houmaud al momento de ser retratado. Rojas obtiene el reconocimiento de sus pares y una nota en su hoja que escribe: «…1952, artista por temperamento, ha pintado el cuadro de Luis L´houmaud…».
«El Primer Viaje a la Luna», de Sergio Rojas, inspirado por H.G.Wells. De la revista «El Cabrito» de 1945. Rojas da una lección en cuanto al dibujo y confección de una historia. Se aprecia la clara influencia de Raymond y Coré en sus dibujos.
Rojas además hace los planos del carro Mercedez Benz, reflejando en él toda esa mística de los carros de antaño en detalles como la elegancia, la carencia de techo y ese aspecto de veloz, que lo hacían diferenciarse notablemente del resto de los portaescalas. Del mismo modo y quizás, un poco menos serio, grafica en innumerables caricaturas a sus compañeros de la Sexta. Con un cartón y una acuarela, logra expresar eventos cómicos de la historia de su compañía, plasmando para siempre los gestos, defectos, atributos y expresiones de sus camaradas en diferentes pasajes de su vida como bombero. Se podría decir que Sergio Rojas, confeccionaba con sus dibujos, un mundo aparte, irreal y paralelo al nuestro, al cual dotaba de personajes con historias sanas, de bien en dónde no existía el mal ni la pena.
Sergio Rojas Corvera, el niño que de sus sueños creó un mundo diferente plasmado en sus dibujos, dejó de existir cuando aún no había llegado a la plenitud de su talento, dejando deliberadamente inconclusa una vida de artista con un éxito sin límites ni precedentes. Curiosamente, cuando investigamos la vida de hombres como Rojas, Raymond y Coré, que sólo de vez en cuando nacen en nuestra tierra, con un talento inexplicable y maravilloso, todos tienen una breve vida y nos dejan la dolorosa sensación de que su hora de partir, aún no era la debida.
A.P.S.
Algunos dibujos proyectos sin terminar de Rojas.
Algunas obras de Rojas. Retrato de L´Houmaud y óleos.