Este viernes 25 de mayo, la Compañía concurrió al homenaje que Bomberos brindó a la Gran Logia de Chile al cumplir 150 años de vida. En la ocasión, se descubrió un busto de Germán Tenderini y Vacca, Teniente 3° de la Sexta Compañía y primer mártir del Cuerpo de Bomberos de Santiago.
La ceremonia, que se desarrolló con una solemnidad pocas veces vista, contó con la asistencia de destacadas autoridades bomberiles y un gran número de invitados que pudieron conocer de primera fuente el legado que nuestro protomártir ha significado para miles de jóvenes a lo largo del país.
A continuación detallamos el discurso que pronunció el Director de la Compañía, Luis Galleguillos Martínez, quien se refirió a la vida, obra y legado de don Germán Tenderini y Vacca.
“Son pocas las instituciones que tienen el orgullo de vivir y haber perdurado durante 150 años. Y son menos aquellas instituciones que su vida la han dedicado a aprender y enseñar; a dar sin esperar recompensa.
Junto con agradecer muy sinceramente la invitación que la Gran Logia de Chile ha extendido a la Sexta Compañía de Bomberos de Santiago, somos nosotros los agradecidos por tan distinguido y noble homenaje a quien ha sido fuente de inspiración para miles y miles de jóvenes que inspirados en la vocación de servicio, han decidido canalizarla a través de los bomberos. Porque Germán Tenderini y Vacca, junto con ser el primer mártir del Cuerpo de Bomberos de Santiago, se ha mantenido a través de los años como la figura de un sentimiento y vocación que pocos entienden, pero que todos agradecen.
Germán Tendirini y Vacca nació en Italia, fue artista y un gran soñador. Entre sus más anhelados deseos figuraba el bienestar y la felicidad para sí y para sus semejantes.
Y eso fue precisamente lo que comenzó a desarrollar desde los primeros momentos que llegó a Chile, país que con el tiempo se convirtió en su segundo hogar.
Por aquellos años, don Germán comenzó a interesarse por la situación social de los obreros y artesanos, ingresando a la Sociedad de Artesanos La Unión y al Club de Obreros, organizaciones que fueron testigo de su entrega al prójimo y de sus enseñanzas.
Entre sus variadas actividades también se cuenta su participación como miembro activo del Club de la Reforma.
Por sus virtudes fue invitado a integrar las filas de la Logia Masónica Justicia y Libertad Nº 5. En ella perfeccionó sus sentimientos de igualdad, fraternidad y tolerancia.
Sus primeros pasos como bombero voluntario datan del año 1858, cuando junto a un grupo de aproximadamente 70 ciudadanos provenientes de Italia fundó la Sesta Compañía de Bomberos de Valparaíso Bomba Italia “Cristoforo Colombo”. Pero la vida hizo que don Germán se tuviera que radicar en Santiago, siendo éste el primer indicio de lo que más tarde se transformaría en historia y legado para todo un país.
El 13 de octubre de 1865, don Germán Tenderini y Vacca ingresó a la Compañía de Guardia de Propiedad del Cuerpo de Bomberos de Santiago. En 1867 fue elegido para servir el cargo de Sargento Cuarto. Un año después fue designado Teniente Cuarto y en el mes de julio de ese mismo año, al quedar vacante el cargo de Teniente Tercero, fue elegido para servir dicho cargo, el que mantuvo hasta el año 1870.
El 8 de diciembre de 1870, el mismo día en que la Sexta lo había reelegido, comenzaron a sonar las campanas de emergencia de bomberos. El incendio se había originado en el Teatro Municipal, después de una función de la cantante lírica Carlota Patti.
Al rescate concurrieron, entre otros, el Teniente Germán Tenderini y nuestro voluntario don Arturo Villarroel. Juntos a ellos se encontraba Santos Quintanilla, empleado del Teatro, quien se había dirigido hacia el escenario intentando extinguir el foco del incendio.
Cuando el incendio fue sofocado los voluntarios pasaron lista. El único que no respondió fue Tenderini. Su cuerpo fue encontrado calcinado dos días después entre los escombros de Teatro. Cercano a él se encontró a Quintanilla.
La historia se vestía de negro, los bomberos lloraban a su primer mártir y la ciudadanía miraba atónita cómo un hombre convertía en realidad el juramento y promesa de dar la vida en caso que fuera necesario.
No deja de llamar la atención que más de 140 años después nos demos cita para recordar el legado de un hombre que lejos de su país de origen supo hacer de Chile la tierra que lo vería desarrollarse en pos de la sociedad. Los 5 años que don Germán perteneció a la Sexta Compañía fueron más que suficientes para grabar a fuego todo un legado que con el tiempo se convertiría en lo más sublime que hoy tenemos los bomberos voluntarios: nuestros mártires.
Todos los que estamos en esta ceremonia en más de alguna ocasión hemos sido testigos de la conversación sobre por qué los bomberos no reciben sueldo. La respuesta está en el valor y el heroísmo de nuestro primer mártir.
Como lo dijera un distinguido hombre de nuestras filas: “El Cuerpo de Bomberos es hijo del dolor. Nació de las llamas de una pira humana para entonar un canto al sacrificio y al deber”. Sin duda que una de las voces de aquel canto era la de Tenderini, nuestro protomártir que hoy recordamos y honramos en este homenaje que agradezco muy de corazón a nombre propio y de los oficiales y voluntarios de la Sexta Compañía Salvadores y Guardia de Propiedad”.
Muchas gracias.
Fotografías: www.bomberos.cl
