PABLO CARRASCO GODOY (Q.E.P.D.)
Nacido en la ciudad sureña de Chillán el 1 de diciembre de 1930, don Pablo Carrasco albergó tempranamente en su fuero íntimo el deseo de ser bombero. Estando ya en Santiago, pudo cumplir su deseo un ya lejano 29 de mayo de 1953, fecha en la cual ingresó a las filas de nuestra Compañía.
En el antiguo cuartel de Santo Domingo, comenzó a formarse la trayectoria bomberil de don Pablo, quien con su particular figura daba sus primeros pasos en conjunto con sus compañeros de bomba.
Al poco tiempo de haber ingresado a la Compañía, en 1954 comenzó a formar parte de la Guardia Nocturna de la Sexta, un selecto grupo de hombres que al margen de toda condición adversa, corren raudos a prestar el primer socorro en las emergencias que la ciudadanía demandaba. Una de las características de don Pablo es que siempre se mantuvo cercano a la Guardia, incluso reforzándola en aquellos períodos previos a la competencia José Miguel Besoaín. De esta manera ayudaba a darle descanso a aquellos voluntarios que formaban parte del equipo que con toda seguridad se coronaría ganador.
A menos de un año de haber ingresado a la Compañía, don Pablo se hizo merecedor de un reconocimiento de la Compañía por su valiosa cooperación en el lucimiento del ejercicio efectuado en la Casa Nacional del Niño, una actividad que para la época reunía una importancia fundamental dentro de la sociedad santiaguina.
Sus 2.770 asistencias sobrantes dan cuenta de la dedicación y entusiasmo que le imprimió a su labor como voluntario de la Compañía, un trabajo que también supo llevar en conjunto con las máximas autoridades de nuestra institución.
Es así como en los años 1993 y 1994 se desempeñó como Ayudante de Administración, para luego ocupar, por otros dos años, el cargo de Inspector de Administración dependiente de la Intendencia General. Fue precisamente en este período cuando don Pablo cultivó y reforzó excelentes relaciones de trabajo y amistad con la Superioridad del Cuerpo, destacándose por su abnegada labor en ayuda de aquellos voluntarios que ya nos habían dejado.
En el año 2002 se desempeñó como Consejero de Disciplina, oportunidad que le permitió volver a trabajar por su querida Sexta, una Compañía que hoy lo ve partir pero que a la vez agradece su legado para las generaciones presentes y futuras.
Hoy, nuestro Miembro Honorario de la Institución y Voluntario Honorario de la Sexta Compañía ha partido rumbo al descanso eterno, un descanso que sin duda lo hará con el orgullo de haber pertenecido a una Compañía fundadora de una de las más sublimes Instituciones que posee el país.