Hoy se cumplen 55 años desde la trágica muerte, en acto de servicio, de dos nobles sextinos: Sres. Carlos Cáceres y Alberto Cumming

15 de noviembre de 2017

15 de noviembre de 2017. Hoy se han cumplido exactamente 55 años desde el acaecimiento de esta dolorosa desventura. Durante la madrugada el día 15 de noviembre de 1962, en un incendio ocurrido en la intersección de calle Huérfanos con calle Amunátegui, comuna de Santiago, el destino arrebatará la vida a seis valerosos voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Santiago, los cuales, haciendo honor al juramento prestado y al compromiso autoimpuesto, cayeron trágicamente en el cumplimiento de su deber.

En esta lista de nobles bomberos, compañeros todos a los cuales hoy sentidamente recordamos, hay dos sextinos: El Teniente 3°, Sr. Carlos Cáceres Araya, y el
Voluntario Activo Sr. Alberto Cumming Godoy. Ambos fueron parte integrante de la Guardia Nocturna de nuestra Compañía, la cual, hasta nuestros días, lleva orgullosamente el nombre su caído Jefe de Guardia.

El fatídico accidente

Eran aproximadamente las 02:45 de la madrugada, y caen los timbres en el cuartel Sexta, entonces emplazado en calle Santo Domingo, inmueble que en esos años compartía junto con la Tercera y la Cuarta Compañías.

Al llegar a la escena, lo cual se hizo con suma rapidez, se pudo apreciar que el recinto afectado tenía una forma rectangular, y que contaba con solo una propiedad colindante en su fachada norte. Al interior del lugar, existían copiosos materiales de construcción. Entre ellos fierros y castillos de madera, teniendo estos últimos una altura aproximada de cinco metros.

Bajo la dirección del Comandante de la época, Sr. Alfonso Casanova, se llevaron a cabo las maniobras de extinción del incendio, de forma rápida y exitosa, quedando en consecuencia por ser desempeñadas las respectivas labores de remoción de escombros. Era sin lugar a dudas el trabajo más demoroso, por lo que los castillos de madera ya mencionados, dada su peligrosidad, fueron finalmente desmontados tablón por tablón. Estas funciones eran compartidas entre la Sexta y la Duodécima Compañías.

Los pitoneros en tanto, y entre ellos voluntarios tercerinos y cuartinos, se subieron a los castillos de madera, para proceder a extinguir inmediatamente cualquier amago de fuego que pudiese subsistir bajo los escombros, una vez fueran descubiertos en las labores de remoción. Lamentablemente, las circunstancias del siniestro no permitían que bomberos pudiesen percatarse de que el muro de ladrillo, del lado norte de la edificación, tenía una base de adobe, y que en su integridad dicha estructura se hallaba sumamente debilitada por el accionar del fuego, del agua, y del trabajo bomberil. Definitivamente el muro estaba próximo a caer, sin embargo, la escasa visibilidad, y la gran cantidad de restos que había dejado tras si el paso de las llamas, impidió cualquier discernimiento de lo anteriormente aludido.

Cerca de las 05:00 horas, cede finalmente la pesada estructura, sentándose primero sobre su base y cayendo la pared, con toda su fuerza y sin previo aviso, sobre un ingente número de voluntarios que desempeñan funciones en el sector. Perdieron en consecuencia la vida en dicho lugar, y en acto de servicio, seis bomberos en total:

Patricio Cantó Feliú (Tercera Compañía).
Pedro Delsahut Román (Cuarta Compañía).
Carlos Cáceres Araya (Sexta Compañía).
Alberto Cumming Godoy (Sexta Compañía).
Rafael Duato Pol (Duodécima Compañía).
Eduardo Georgi Marín (Duodécima Compañía).

Por otra parte, los voluntarios heridos (muchos de suma gravedad) fueron trasladados a diferentes centros hospitalarios en busca de atención de urgencia. Dada la magnitud de tragedia y la cantidad de heridos, algunos recintos simplemente no dieron abasto.

El Superintendente de la época, don Hernán Figueroa Anguita, luego determinaría que fueron cerca de 50 heridos, de diversa consideración, los que fueron también objeto del capricho de un cruel destino. Vale mencionar que entre ellos estaba don Mario Candia Henríquez, quien era el Capitán de la Sexta Compañía en dicha época. Resultó, producto del siniestro, con lesiones sumamente graves, las cuales mantuvieron al borde de la muerte. Producto de sus heridas, estuvo hospitalizado por casi 2 años. En virtud de lo anterior, el 1 de enero del año siguiente (1963), nuestra Compañía le entrega el reconocimiento máximo que se le puede dar a un sextino: La Medalla de Hierro.

Carlos Cáceres Araya

carlos caceresNació en la ciudad de Santiago de Chile, el 20 de junio de 1939. Ingresó a la Sexta como voluntario activo el 12 de abril de 1957, sirviendo diversos cargos dentro de ella a lo largo de su corta pero destacada trayectoria bomberil.

El 22 de noviembre de 1959 integró el equipo que participó del Ejercicio General de Competencia «Jose Miguel Besoaín», organizado como es tradicional por el Cuerpo de Bomberos de Santiago para sus Compañías. La contienda, que se llevó a efecto en dicha oportunidad en el Parque Cousiño de la comuna de Santiago (actual Parque O´Higgins), fue ganada en «Escalas» por Carlos Cáceres y el resto de la escuadra sextina partícipe en dicha ocasión.

Se desempeñó luego como ayudante general del Cuerpo en el Departamento de Prevención de Incendios, e ingresó posteriormente a la Guardia Nocturna de la Compañía, un 19 de marzo de 1962. De inmediato fue nombrado Segundo Jefe de Guardia dado el ímpetu y amor que mostraba tener en su actuar por el servicio.

Posteriormente, y a partir del 15 de octubre de 1962, sirvió el cargo de Jefe de la Guardia Nocturna Sextina, tras asumir como Teniente Tercero de la Compañía de «Salvadores y Guardia de Propiedad». Desempeñaría ambas funciones hasta su trágica muerte, aquel fatídico 15 de noviembre de 1962.

Alberto Cumming Godoy

alberto cummingNació en un ya lejano 26 de Mayo de 1943 en la ciudad de Santiago.

Previo a su ingreso a la Sexta Compañía, exhibió a muy temprana edad muestras de liderazgo y consciencia social, comprometiéndose activamente en diversos ámbitos de actuar con los cuales el joven Cumming podría tener alguna relación. Lo anterior se vio reflejado cuando asumió como Secretario General del Centro de Alumnos del Internado Nacional Barros Arana, y también cuando con posterioridad toma el cargo de Vicepresidente de la Federación de Estudiantes Secundarios. Terminaría luego sus estudios en el Instituto Superior de Comercio, para posteriormente seguir dicha línea de desarrollo laboral y académico, volcando su talento, su atención y esfuerzo al área mercantil.

Ingreso a la Compañía de «Salvamento» junto a su hermano, Carlos Cumming Godoy, un 13 de Enero de 1961. Desde el primer día se destacó entre sus pares por su alegre carácter y una personalidad carismática que sus compañeros reconocían y valoraban. El optimismo del cual hacía gala no lo abandonaba jamás, incluso en los momentos más fatigosos y adversos que le toco afrontar en su corta vida. Tampoco el desánimo abatió su alma en los extenuantes incendios que debió afrontar en su breve, mas inmortal paso por la «Casa de Matta».

Formó parte de los entonces existentes equipos de fútbol de la Sexta, donde disfrutaba junto a sus compañeros de esta sana pasión. Precisamente, tan sólo para unos pocos días más a partir de aquel fatídico 15 de noviembre de 1962, Sexta y Séptima Compañía disputarían el primer lugar del campeonato de la disciplina que por aquel entonces organizaba el Cuerpo de Bomberos de Santiago. Las circunstancias dispusieron para el joven Cumming, sin embargo, otro sino.

El 26 de Junio de 1961 ingresa a la Guardia Nocturna, y resalta desde un comienzo su aguerrida disposición al servicio, y la ardua labor que desempeña como Guardián. Gana en razón de lo anteriormente dicho, rápidamente el respeto de sus pares.

Finalmente, el 15 de Noviembre de 1962, con apenas 19 años de edad, ofrenda su vida por la comunidad a la cual con tanto esmero sirvió, falleciendo en acto de servicio.

 

Fuentes:
www.sexta.cl
www.duodecima.cl
www.14.cl

Links:
http://www.sexta.cl/compania/625-15-de-noviembre
http://www.sexta.cl/compania/440-noviembre-15-de-1962una-fecha-que-recordaremos-por-siempre

 

 

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